miércoles, 15 de junio de 2011

Foucault: el poder que produce individuos

Michel Foucault


La modernidad es una bisagra que demarca un antes y un después. La Razón es el nuevo fundamento, y ocupa ahora el lugar del Absoluto que dejó Dios. La categoría de sujeto aparece con fuerza en la filosofía del conocimiento, pero también la de individuo como titular de derechos, dado que es también la época de la constitución de los Estados Nación. Nuestro epígrafe pertenece a Michel Foucault. El filósofo destaca el pasaje de un poder de soberanía –negativo, de prohibición- cuyo lema del Rey es “hacer morir o dejar vivir” a un poder positivo, un anátomo-poder que surge en las sociedades disciplinarias a partir del siglo XVIII, cuyo lema es “hacer vivir o dejar morir”.

Foucault, contrariamente a las teorías políticas clásicas, como el contractualismo, que explican el surgimiento de las sociedades mediante la reunión de individuos aislados, sostiene que el individuo es fabricado por las sociedades. El esquema sería el siguiente: las prácticas sociales generan dominios de saber que a su vez producen objetos, conceptos, técnicas, valores que constituyen a los nuevos sujetos. O para decirlo de otro modo, es el poder que da origen a una verdad, que a su vez constituye determinados sujetos. En la conferencia que dio en Río de Janeiro, “La verdad y las formas jurídicas”, Foucault decía:

“Sería interesante intentar ver cómo se produce, a lo largo de la historia, la constitución de un sujeto que no está definitivamente dado, que no es aquello a partir de lo cual la verdad acontece en la historia, sino un sujeto que se constituye en el interior mismo de la historia y que la historia funde y refunde en cada instante. Hacia esta crítica radical del sujeto humano por la historia debemos tender”
Y más adelante:

“Mi objetivo será mostrarles cómo las prácticas sociales pueden llegar a engendrar ámbitos de saber que no solamente hacen aparecer nuevos objetos, conceptos nuevos, nuevas técnicas, sino que además engendran formas totalmente nuevas de sujetos y de sujetos de conocimiento. El propio sujeto de conocimiento también tiene una historia, la relación del sujeto con el objeto o, más claramente, la verdad misma tiene historia”
El sujeto es un cierto tipo de saber sobre el hombre que se engendró en los últimos siglos a partir de prácticas sociales de control y vigilancia. Surge a partir de estas prácticas un nuevo sujeto. Estamos hablando de un sujeto cuyo saber está centrado en su individualidad, concretamente en su normalidad o anormalidad. En su curso de 1975-1976 Defender la sociedad, decía:

"El poder nos obliga a producir la verdad, dado que la exige y la necesita para funcionar; tenemos que decir la verdad, estamos forzados, condenados a confesar la verdad o a encontrarla. El poder no cesa de cuestionar, de cuestionarnos; no cesa de investigar, de registrar; institucionaliza la búsqueda de la verdad, la profesionaliza, la recompensa. Tenemos que producir la verdad del mismo modo que, al fin y al cabo, tenemos que producir riquezas, y tenemos que producir una para poder producir otras. Y, por otro lado, estamos igualmente sometidos a la verdad, en el sentido en que ésta es ley; el que decide, al menos en parte, es el discurso verdadero; él mismo vehiculiza, propulsa efectos de poder. Después de todo, somos juzgados, condenados, clasificados, obligados a cumplir tareas, destinados a cierta manera de vivir o a cierta manera de morir, en función de discursos verdaderos que llevan consigo efectos específicos de poder".

Para ejemplificar el modo en que Foucault comprende la constitución de las subjetividades a partir de un poder y un saber, podemos remontarnos al análisis que Foucault realiza en El Poder Psiquiático. Allí, invierte lo que hasta un momento se tenía por cierto en cuanto a la necesidad de un determinado poder surgido de un discurso tomado por verdadero. La psiquiatría clásica funcionó sin problemas entre 1850 y 1930 a partir de un discurso que ella consideraba como verdadero y a partir del cual se deducía la necesidad de la institución asilar y de cierto poder médico dentro de ella. Es decir, de un discurso verdadero se deducía la necesidad de una institución y un poder. Foucault por su parte plantea una perspectiva inversa: es una determinada práctica psiquiátrica basada en relaciones de poder las que dan lugar a un discurso verdadero en torno a la psiquiatría, y a la necesidad de instituciones, a partir de los cuales surge lo que desde ellos se considera un individuo “normal” . Foucault llega a este planteo desde el análisis del pasaje de un poder de soberanía (centralizado en la figura del soberano, restrictivo, negativo) a un poder disciplinario, un poder centralizado en la individualidad, con la captura total del cuerpo, el control y la situación de observación constante y la clasificación de los elementos. Este poder dio lugar a nuevas instituciones (hospitales, cárceles, escuelas) que constituyen a los sujetos “normales”. Todo lo que escape a esa “normalidad” (a esa vigilancia, a la clasificación) es un residuo, lo irreductible, lo inclasificable, lo inasimilable. 

Disciplina y panóptico

El poder disciplinario tiene como función principal “enderezar conductas”. La vigilancia se vuelve el juego de las miradas, miradas que deben ver sin ser vistas. El poder no es algo que se tenga (como en el caso del rey, en el cual el poder era dado por Dios y se heredaba de padres a hijos) sino algo que se ejerce. La disciplina es este poder múltiple, automático y anónimo, que funciona como una maquinara y se reproduce. Uno de los principales dispositivos de este poder es el castigo, que no consiste en sino en corregir las desviaciones, mediante el ejercicio, es decir que el castigo es isomorfo a la obligación misma (un ejemplo de ello pueden ser aquellos castigos escolares que mandan al niño a “pensar” o les dan “tareas para la casa”, en los cuales el aprendizaje queda asociado al castigo). Se trata de un microsistema de penalidad que funciona en todas las instituciones, en el taller, en la escuela, en el ejército, cuyo fin es que todos se asemejen. La penalidad perfecta –según Foucault- que atraviesa todos los puntos y controla todos los instantes de las instituciones disciplinarias, compara, diferencia, jerarquiza, homogeniza, excluye. En una palabra, normaliza.


La anatomía política que se introduce a fines del siglo XVIII, explicada en Vigilar y castigar, muestra cómo se produce un desplazamiento en relación a la forma gubernamental de la soberanía, fundada en la obediencia de la ley, hacia prácticas disciplinarias que tienen un papel positivo (en la medida en que son productoras de individuos, incrementando su utilidad) y ya no negativo (el poder represivo, de la prohibición). La distinción entre lo normal y lo patológico, de acuerdo con el registro de vigilancia permanente del cuerpo social, se convierte en el producto mismo de las sociedades disciplinarias cuyo sentido ya no es expresado por la ley, sino por la norma que jerarquiza a los individuos y descalifica aquellos que no son susceptibles en un primer momento de ser normalizados, para corregirlos. En síntesis, para Foucault, la invención de la normalidad se da en ese registro disciplinario, y las ciencias humanas se originan en esa necesidad de jerarquizar y clasificar a los individuos. Ellas son las que trazan la distinción entre la personalidad normal y la patológica.

“Para Foucault, entonces, estudiar “la transformación de un ser humano en sujeto” es interesarse en el sentido que las ciencias humanas atribuyen al alma en cuanto efecto exigido por las relaciones de poder. (…) Y por ello Foucault puede invertir la fórmula de Platón para decir que el alma es la “prisión del cuerpo”. La función del sujeto se obtiene de manera definitiva a través de la construcción disciplinaria del alma, que consuma el proceso de sujeción ya producido por la marcación disciplinaria del cuerpo” (LE BLANC).


El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigila y la sanción que normaliza. Y la escuela pasa a ser una especie de aparato de examen ininterrumpido que acompaña la operación de la enseñanza. Mediante la evaluación no sólo se garantiza el aprendizaje del alumno (podemos poner esto entre comillas, claro), sino que otorga un saber al maestro acerca de cada individuo que permite la comparación, clasificación y hasta exclusión de cada uno.

La vigilancia se apoya en un sistema de registro permanente. El Panóptico de Bentham es la figura arquitectónica de esta composición. El dispositivo panóptico dispone de unidades espaciales que permiten ver sin cesar, sin ser vistos. Se trata de una construcción circular, en cuyo centro se encuentra una torre con anchas ventanas. La construcción periférica está dividida por celdas. Basta situar en la torre central un vigilante y encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un escolar. “Es visto, pero él no ve; objeto de una información, jamás sujeto de comunicación”. En el panóptico el individuo se vuelve alguien a ser permanentemente vigilado por una mirada que no podemos ver. El esquema panóptico está destinado a difundirse en el cuerpo social, su vocación es convertirse él en una función generalizada. A esto llamamos panoptismo: un sujeto que deja de ser un sujeto de comunicación, un sujeto de reconocimiento porque se vuelve un objeto de la información.

En una pregunta de Foucault, que es la nuestra también: “¿Puede extrañar que la prisión se asemeje a las fábricas, a las escuelas, a los cuarteles, a los hospitales, los cuales, a su vez, se asemejan a las prisiones?”


Fratto - La maquinaria escolar


Como ejemplos de cómo un poder y un saber constituyen o "fabrican" los sujetos (cliquear en cada caso):

1) la constitución del sujeto enfermo y Convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales
2) Entrevista a Mauro Cabral,  sobre la categoría intersex y una entrevista más sobre la excepción y la regla. 
3) Entrevista a Pablo Pineda, síndrome de down y primer licenciado universitario down.


Cine:
Recomendamos las siguientes películas para conceptualizar:

La isla siniestra:
Dirigida por Martin Scorsese La Isla Siniestra (Shutter Island) con Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo (Ceguera) y Ben Kingsley es la adaptación de la novela de Dennis Lehane, que relata la investigación y persecución de un paciente escapado de una penitenciaría psiquiátrica. Dicha investigación les lleva hasta una solitaria isla donde se quedarán sin posibilidad de recibir ayuda por culpa de las inclemencias meteorológicas. La delgada línea de la locura y la producción de la locura atraviesan el film.


The wall:
La película se tituló The Wall, porque Pink vive atrapado dentro de una pared que le prohíbe salir al mundo, que es su mayor temor.
La película empieza cuando Pink, que es el protagonista, está en su casa imaginando cómo lo pudieron atormentar, y recordando cómo lo atormentaron.
Cuando era niño, vivía sin su padre, únicamente con su madre. Su padre murió combatiendo en la 2° Guerra Mundial, que representa cuando el padre de Roger Waters murió en un combate en Italia en 1944.
Él, en su niñez, anhela tener un padre, ya que se siente muy triste después de que se entera que su padre murió en la guerra. Su tristeza aumenta mientras está en la escuela, porque es humillado por el maestro, ya que él escribe poemas, y obliga a los demás niños el maestro a que se burlen de él.
Pink, cuando crece, se convierte en una estrella de rock. En los momentos en los que el se va de gira, su esposa tiene una aventura. Lo que hace para copensarlo, es comprarse caras posesiones materiales, y conseguir una chica, que lo único que pasa es que ella hace que Pink desate un ataque de furia, obligando a la chica a huír.
Después, él se vuelve loco, y rasura sus cejas y su cabello, y se convierte en su alter-ego nazi, realizando una protesta cantando Waiting For The Worms.
En la parte final de la película, en una secuencia animada, juzgan a Pink, que aparece como un muñeco de trapo, y lo juzga un trasero gigante con las piernas al revés, un ano como boca, y un escroto como barbilla.

La naranja mecánica:
Es una película británica de ciencia ficción satírica de1971, producida, escrita y dirigida por Stanley Kubrick. Es una adaptación fílmica de la novela homónima de 1962, escrita por Anthony Burgess. La película, que fue filmada en Inglaterra, muestra al personaje Alex DeLarge (Malcolm McDowell), un delincuente psicópata y carismático, cuyos placeres son la música clásica (especialmente Beethoven), la violación y la «ultra-violencia». Lidera una banda de matones (Pete, George y Dim), a los que llama drugos (del término ruso друг, «amigo», «colega»), con los que comete una serie de violentas fechorías. Es capturado y se le intenta rehabilitar a través de una técnica de psicología conductista. Alex narra la mayor parte del filme en nadsat, una jerga adolescente ficticia que combina lengua eslava (especialmente ruso), inglés y la jerga rimada cockney. EnEspaña e Hispanoamérica, algunos términos fueron adaptados al idioma.
La película se caracteriza por contenidos violentos que facilitan una crítica social en psiquiatría, el pandillerismo juvenil, las teorías conductistas en psicología y otros tópicos ubicados en una sociedad futurista distópica. Su banda sonora está principalmente compuesta por pasajes de música clásica, varios de ellos reinterpretados y en ocasiones, como en el caso de los títulos de crédito, adaptados por la compositora Wendy Carlos utilizando el sintetizador Moog.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

PROFE UNA PREGUNTA, PARA QUE NOS FIRMEN LIBRETAS ES EL MISMO DIA QUE EL DE CONSULTA ? EL JUEVES 30 A LAS 8:30 VERDAD?

Federico Diaz dijo...

Les recomiendo a los que cursan este año el siguiente video de Foucault discutiendo con Chomsky: http://www.youtube.com/watch?v=nl3Zw_tLjrI

Federico Diaz

Silvana Vignale dijo...

Gracias Federico, es bien interesante el debate! Saludos!

Anónimo dijo...

Yo creo que hay una máquina primera en esta época que le abrió los ojos a estos artistas y filosofos, yo no pienso que Foucault es el primero sino que todos ven lo mismo pero en formas diferentes por ejemplo, Roger Waters en The Wall pone a la esposa además de la casa (la madre) y la escuela. Me gustaría saber si usted sabe sobre esta máquina.