Tres presuntos miembros de un grupo de estudios nietzscheanos fueron detenidos este martes en Barcelona bajo la sospecha de que planeaban socavar los cimientos del platonismo. En el piso alquilado desde el que operaban, se encontraron esbozos de argumentos y silogismos con suficiente capacidad para armar una “bomba lógica” que podría revocar los principales dogmas del platonismo clásico.
Según la policía, el material del que disponía la banda de filósofos era muy contundente. “Algunos de los argumentos eran brillantes. De hecho, uno de los primeros agentes en irrumpir en el piso leyó uno de los silogismos de soslayo y al momento renegó del mundo de las ideas y de la idea del bien en sí”, explica el teniente Boladeras, encargado del caso.
Teniendo en cuenta que casi toda la filosofía occidental se asienta sobre el platonismo, se estaría hablando de un grupo terrorista con mucha capacidad destructiva. Se calcula que la onda expansiva podría haber llegado al menos hasta la redacción de la revista americana “Philosophical Review”, donde probablemente se habrían visto obligados a publicar una reseña de sus brillantes argumentos.
El grupo quería acabar con las ideas de “lo bello” y “lo bueno”
Las incógnitas sobre qué pretendían hacer los detenidos son muchas, aunque parece claro que se preparaban para un atentado inminente. “Sospechamos que planeaban irrumpir en la clase ‘Filosofía Antigua I’ de la Facultad de Filosofía de Barcelona, chillando argumentos para demostrar que el platonismo es un paradigma filosófico basado en una desconfianza irracional hacia los sentidos”, explica otro agente de la policía. El grupo integrista cree que el platonismo ha provocado que toda la filosofía occidental parta de la tesis del dualismo “cuerpo-mente / mundo-ideas” que en última instancia ha conducido al cristianismo y ha provocado cierta tendencia anticientificista en el humanismo europeo.
Además del conjunto de argumentos, el grupo disponía de suficientes libros de Nietzsche “como para convencer a todo un autobús”. Boladeras asegura que, mezclados con algo de Schopenhauer y algo de metralla aristotélica, los ejemplares podían llegar a ser muy destructivos, y fuentes de la lucha antiterrorista insisten en que, casi con total seguridad, en la vivienda había más libros de Nietzsche que los arrestados se comieron antes del registro para hacer desaparecer las pruebas al grito de “lo que no me mata me hace más fuerte”.
Según la policía, no solo pretendían atacar las bases de la filosofía idealista a nivel argumental, sino que también tenían pensado sabotear el ponche de “El Banquete” de Platón, tapiar la salida de la caverna para que no pudiera escapar nadie y secuestrar al filósofo rey de “La República”, el libro más importante del filósofo griego.
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